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martes, 7 de enero de 2014

Hacia un nuevo acuerdo de coproducción audiovisual entre España y Rusia.



Rusia, el país más extenso del planeta, se vislumbra como interesante mercado y como un posible socio de interés estratégico para la industria audiovisual española. Los datos macroeconómicos y una mirada a la situación del audiovisual ruso así lo acreditan. 
El número total de salas de exhibición cinematográficas en Rusia es de 11.000. Aproximadamente dos tercios de las mismas son modernas, contando con equipamientos de última generación y con las comodidades y servicios de cualquier sala “occidental”.  Se estima que en los próximos años el número de salas en el país debe multiplicarse por cuatro.
Solo en 2010 se estrenaron en Rusia 338 films, que recaudaron alrededor de 1000 millones de euros. Tres cuartas partes de la recaudación fueron a distribuidoras rusas, mientras sólo el 25% restante revertió en las majors norteamericanas.

Hubo dentro del pastel una porción para unos (casi que sorprendidos) españoles. “Tengo ganas de ti” o  “Lo Imposible”  recaudaron en Rusia 6 millones de dólares, superando a por ejemplo a “The Amazing Spiderman”.

Sin embargo, se presentan muchas dificultades para acceder al mercado ruso, y la preocupación de cualquier productor interesado en coproducir con Iván, es la de ir a por lana y salir trasquilado. El marco legal de coproducción entre España y Rusia es prácticamente inexistente, y así quedó patente en el Primer Foro de Coproducción Hispano Ruso  que se celebró el pasado mes de enero dentro del Marbella Russian Film Festival, el primer certamen audiovisual en España dedicado a un cine tan importante como el ruso y al que asistieron numerosos productores en busca de socios, así como representantes del gobierno ruso con cierta mano en la cosa cultural. 


El último acuerdo de coproducción entre España y Rusia data de noviembre de 1990, y en este ni siquiera  se cita a Rusia.  En aquel entonces se firma un acuerdo entre el Reino de España y la Unión de Repúblicas Socialista Soviéticas.

Obsoleta esta momia de la burocracia hispano soviética y consultados los servicios del Ministerio de Educación y Ciencia y del Instituto de Comercio Exterior de España tendríamos que remitirnos  en materia de coproducción entre ambos países al Convenio Europeo de Coproducción, que una vez analizado resulta a todas luces insuficiente como herramienta para afrontar los retos del emprendimiento en la coproducción entre nuestros dos países.  Un marco específico de coproducción actualizado es necesario para poder levantar proyectos audiovisuales entre Rusia y España.

 Ponencia en el festival de Cine Ruso de Marbella (Angel Quirós)
Desde España se están iniciando conversaciones para trabajar en la elaboración de un nuevo acuerdo de coproducción audiovisual, realista y más a medida de los intereses de los dos países. Para la creación de ese nuevo marco es vital la actuación de Alexéi Rubínchik, delegado de comercio de la Federación rusa, así como la implicación activa del Instituto de Cultura Rusa. La propia Susana de la Sierra, directora del Instituto Cinematográfico y las Artes Audiovisuales de España ha mostrado su interés en participar de la negociación que desemboque en la firma del deseado acuerdo.

Todo esto augura que es muy posible, en no demasiado tiempo, que se pueda trabajar en la producción de proyectos audiovisuales que aúnen los intereses de los dos países.


Jaime Noguera (Dtor. Festival de Cine Ruso de Marbella)
Ángel Quirós (Productor)

Artículo publicado en la revista Academia en abril de 2013
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