En la ya XIV muestra abierta de Videoartistas Asociados
que se celebró, como otras veces, en la
Neomudéjar de Atocha, Patricia López
, comunicóloga, creadora y componente-compañera y alma de expresión de
Videoartistas Asociados
nos presentó su composición audiovisual (A deriva da
memoria).
Fotograma de "A dreiva da Memoria" |
Con una duración de 6´ 10” (A deriva da memoria) nos muestra
una sucesión de estados vividos reflejados a través de la lente casual de la
propia Patricia.
En un montaje rápido, realizado especialmente para la
muestra, Patricia nos muestra una creación que bucea en el viaje interior de
una parte de sus vivencias durante un paso de su vida. Es muy difícil en este
análisis abstraerse de su vivencia interior y de sus sentimientos. El montaje,
no sabemos si de forma intencionada o casual nos arrastra en cierta forma a esa
deriva que nos anuncia su título.
La superposición de planos e imágenes convierten este colage
en un tablón de intenciones sugerente, aunque a veces confuso.
Su banda sonora es recompuesta y folklo-evocativa y nos
ayuda a remarcar el paralelismo que la autora establece entre dos lugares tan
distantes y en el fondo tan parecidos como la nación Gallega (sitio distinto) y
Rusia (el imperio eslavo), además está combinada con sonido ambiente que nos
ayuda a posicionarnos en momentos y lugares vistados y reales.
Para un espectador ajeno, sin lugar a dudas, (A deriva da
memoria) es una sucesión de imágenes evocadoras que nos transportan más que a
un viaje iniciático a uno retrospectivo, quizás a un cambio de ecuador en la vida
de la artista.
Patricia López presenta "A deriva da Memoria" |
Un análisis más psicológico, más profundo quizás, nos pueda
llevar a una reflexión más psicoanalítica. En la que se nos traslada a la
comparación del conocimiento y el descubrimiento de un paisaje nuevo con uno muy
interiorizado, al reconocimiento de unos nuevos lugares comunes. Como si aún siento la primera vez ya hubiéramos estado allí. Podríamos
reconocer en (A deriva da memoria) una paradoja bajo el concepto "aldea global"
en la que se ha convertido nuestro mundo, tan cercano y a la vez tan lejano y
extraño, como nuestra realidad cotidiana, de la que nos empeñamos nosotros
mismos en no ser protagonistas cuando no nos interesa.
No faltan tampoco las reseñas sociales y políticas que, no
con descaro y cierta sorna, Patricia López nos hace llegar sin pudor.
Así pues como resultado (A deriva da memoria) nos deja muy
claros ciertos mensajes y paralelismos puntuales de una forma clara pero con la
cortesía de dejarnos jugar con un hiper-mensaje individual que podemos extraer
cada uno de nosotros dependiendo de nuestra lectura y condición ante la obra.
La intencionalidad, si existe, en este montaje marca
bastante un estado de ánimo (la deriva) a la que Patricia nos conduce.
No sabemos si Patricia López
parte de una premisa clara en esta obra o si su creación es producto de un
estado emocional que ha cristalizado en un estado creativo que le sirve para
exteriorizar una deriva existencial, que a tod@s nos rodea, y que es la que le ha llevado a mostrarnos su
obra entre los muros siempre verdaderos del centro de artes de vanguardia
Neomudéjar de Atocha.