El
visionado de “Síntesis Natura” en la
XII muestra abierta de VideoArtistas Asociados celebrada en la Neomudejar de Atocha el
pasado mes de abril supuso para el público allí presente un caudal de
simbolismo y metáfora que hizo que hubiera que repetir su visionado una segunda
vez.
Imagen proyectada de "Síntesis Natura" |
“Síntesis Natura” ,de una duración de 3 minutos y 19 segundos, presentada
por la jovencísima madrileña Salomé Caballero con guion de la propia Salomé y
dirección a la limón con Florencia Martínez, se trata de una obra
Hispano-Argentina con banda sonora tangeña y locución en Francés y Alemán sobre
un texto que nos aporta una línea paralela a la descripción visual que se nos
narra, aunando estos dos conceptos, una curiosa génesis que da pie a mil
interpretaciones diferentes, lo que a priori y como base convierte esta pieza
en un entretenimiento divertido y dinámico de contemplar.
Desde
el punto de vista técnico es una obra con una sólida génesis,
un montaje
dinámico y una ponderación entre duración y carencia de planos algo acelerada
pero suficiente para no pasar la barrera vertiginosa de no enterarse de nada,
aunque para poder sacar más de ella hubo de proyectarse una segunda vez como ya
hemos comentado antes. Quizás si su carencia de montaje interno y la relación
con el texto mostrado fuera algo más relajada el torpe público virtual de la “Síntesis Natura”
podría disfrutar más de unos significantes que estimulen nuestra retinas con un
poquito más de persistencia.
Asistentes a la XII muestra abierta de Videoartistas |
En
otra dimensión, la contemplación de “Síntesis Natura”nos
puede llevar a cien conclusiones diferentes haciéndonos presuponer otras tantas
premisas posibles. Y por ello podríamos definirla como una obra Freudiana o que
haría las delicias de cualquier seguidor del austriaco doctor…
"Síntesis Natura" |
Nos
llama sobre todo la atención el uso de dos lenguas europeas Francés/Alemán y
dos géneros Hombre /Mujer que podríamos suponer contrapuestos pero que en
realidad son complementarios. De referencias, castrantes, sexuales, de
vida/muerte/vida de génesis, de carne y pescado, de naturaleza muerta de
laboratorio (cocina), de fuego, de un hombre y una mujer, de génesis nada
apocalíptica. Sin lugar a dudas una reflexión omnisiciente de los tiempos en
los que vivimos donde todos contemplamos una realidad de la que creemos no formar
parte pero de la que si somos actores involuntarios. En ciertas ocasiones contemplamos la
realidad que nos rodea a través de mil pantallas, lo que nos hace creer que
estamos asistiendo a una ficción de la que somos pobres protagonistas sin darnos demasiada cuenta.Y
que nos hace juzgar desaforadamente, sin empatía posible, como espectadores
superiores de una realidad que no nos pertenece.
De que
se trata “Síntesis Natura”?
-De
una pareja haciendo el amor?
-De un
baile porteño?
-De un
estudio culinario?
-De un
simple retrato de un bodegón costumbrista?
-De
todo esto y un poco más?
Según
la sinopsis que se nos hizo llegar de la obra “Síntesis Natura” es:
“Un nueva forma de contar
la historia de la creación, entre el arte u la abstracción, texto e imágenes
conforman una narración audiovisual orientada a la reflexión por parte del
espectador. La narración fílmica que se establece, defiende un lenguaje
audiovisual que se conforma en la indagación de la (creación de vida), usando
la idea de tiempo y espacio de forma atemporal. Ambos conceptos se adhieren y
conforman un triunfo imaginario sobre un tiempo y un espacio previo a la
creación.”
Personalmente
esta definición me parece relativamente pretenciosa en cuanto al formalismo ya que podemos
definir la obra presentada por Salomé más como narrativa que como figurativa,
ya que en su presentación, y aunque el resultado es apetecible, no encontramos
ningún elemento de transgresión formal tan radical como para definirla como de
arte y abstracción. Pero si como sugerente, rítmica y entretenida. Aunque
también un poco acelerada y sobrecargada de conceptos.
__________________________________________________Ángel Quirós
Salomé Caballero |
Tic. Tic. Tic. Asoma una pata a través del huevo que sigue
siendo blanco.
Se asoma un ojo totalmente cegado por la cantidad de luz que
desborda sus estímulos sensoriales. Está todo en silencio, parece.
El pollo no posee autocontrol, no sabe pensar en piar, no
considera qué sonido va a ser el que vomite. Y de repente “pío” entre
otros sonidos agudos. En cuanto empieza, no calla.
Mostrar una videocreación es una eclosión.
Como videoartista, creas un huevo que sabes que por sí mismo
descubrirá la vida. Como ave reproductora, sólo te queda observar y ser capaz
de anular tus estímulos sin necesidad de una luz externa. Aunque sin
intención de engañar, el autor acaba siendo renacido y eclosiona del mismo
modo. Te sientes pringoso y vulnerable, pero no deja de ser parte del
espectáculo al que uno se enfrenta.
En mi caso, yo recogí las cáscaras que quedaron cuando todo
acabó entre miradas inquietas, silencios y flashes, la verdad que me viene
muy bien para el siguiente videoarte.